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29 dic 2013

Ricardo Bogrand: CON ELLOS





El corazón era un pájaro…
¿Recuerdas tú, Rosario?
¿Recuerdas mis harapos escondiendo mis sueños?
¿Recuerdas mi juguete de niño pobre,
mi estómago vacío
y mi rostro destruido?
¿Recuerdas aquel carro que me dio un presidiario?
¿Aquellos campesinos que morían
sin nombre,
sin cosechas
y sin lágrimas?
Yo estaba con ellos.
Salí de ellos
con mis dedos descalzos.

¿Recuerdas cuando el polvo nos cerraba
los ojos
entre los jornaleros
que mordían la tierra
abriéndole camino a los finqueros?
Yo estaba con ellos.
Salí de ellos
con mi cuerpo menudo
y mis manos antiguas,
traicionadas
y hambrientas.

¿Recuerdas a mi abuelo con su carreta rota
fletando café ajeno de la finca
hasta el puerto?
¿Recuerdas a mi padre, leñador
silencioso,
arrastrado entre bueyes
por un toldo de troncos?

Vine para contar la historia de los hombres
que mueren
con la risa desnuda,
con la voz apagada,
con las frentes desiertas.

¿Lo recuerdas, Rosario?
¿Y tú, Felipe?
¿Y tú, Pablo?
¿Lo recuerdan?
Nada ha cambiado, hermanos.
Nada, sino los nombres de los que ahora mueren.
Nada, sino los rostros ahumados
de los mismo verdugos.

¿Lo recuerdan…?



de: Perfil de la Raíz.
fotografía: Andrea Frazzetta


19 sept 2012

Ningún juez quiere abrir la fosa de García Lorca... ni ninguna otra



 Ningún juez quiere ocuparse de las fosas. Tampoco de la que puede alojar los restos del poeta Federico García Lorca.

Valme Cortés / Natalia Junquera - elpais.com


 
El juzgado de instrucción número tres de Granada dictó ayer un auto por el que archiva las diligencias que inició sobre la apertura de la fosa de Alfacar donde se cree puede yacer Lorca. Rechaza investigar “un presunto delito de múltiples detenciones ilegales de personas de cuyo paradero no se ha dado cuenta”, porque considera que ha prescrito y rechaza también abrir la fosa porque asegura que son las Administraciones públicas, no la justicia, quienes han de hacerlo. La resolución no es firme y cabe recurso.

    "Nunca hubo enterramientos"

La juez Aurora María Fernández García ya devolvió en julio de 2009 al juzgado de instrucción número cinco de la Audiencia Nacional la parte de la causa que le había remitido el juez Baltasar Garzón cuando se inhibió en la causa abierta contra el franquismo en favor de los juzgados territoriales donde se encontraban las fosas comunes, en este caso la de Lorca. La juez argumentó entonces que se trataba de “crímenes de lesa humanidad” y que por tanto no era asunto de su competencia, sino de la Audiencia Nacional.

Esa devolución y otra que hizo, por idénticos motivos, el juzgado de El Escorial que recibió la parte de la causa correspondiente al Valle de los Caídos —donde varias familias de republicanos allí enterrados habían pedido exhumar los restos— provocaron una cuestión de competencia que debía resolver el Tribunal Supremo. El alto tribunal tardó casi tres años en hacerlo. Lo hizo finalmente en marzo de este año después de haber sentado en el banquillo al juez Baltasar Garzón, acusado de prevaricación precisamente por haberse declarado competente para investigar los crímenes del franquismo y al que finalmente absolvió.

Según el auto, los delitos han prescrito o fueron amnistiados

La juez Fernández basa ahora su decisión en ese fallo del Supremo centrado en la competencia sobre las fosas, del pasado marzo. En esa resolución el Supremo excluyó la posibilidad de enjuiciamiento penal de los autores de esos crímenes: “Esa clase de legítimas pretensiones no podrá canalizarse hacia el proceso penal ni llegar a concretarse en declaraciones de responsabilidad por delito”, rezaba el fallo, porque, según el Supremo, el delito de detención ilegal permanente desapareció del Código Penal en 1932 y no se reincorporó hasta 1944, por lo que no estuvo vigente durante la mayor parte del tiempo en que tuvieron lugar los fusilamientos y desapariciones de víctimas del franquismo. Y porque, aunque podría decirse que los familiares de los asesinados no tuvieron oportunidad de perseguir esos delitos durante la dictadura, estarían prescritos por el transcurso de más de 20 años desde la entrada en vigor de la Constitución y en cualquier caso, la ley de amnistía de 1977 forma parte del ordenamiento vigente.

La magistrada afirma que es la Administración la competente

El Supremo dio hasta tres razones para excluir el enjuiciamiento penal de los crímenes del franquismo. No obstante, dejaba la apertura de las fosas al criterio de los jueces locales, como la magistrada de Granada, al añadir, en ese mismo fallo que podía “instarse al juez de instrucción competente la práctica de las diligencias dirigidas a datar aquellas acciones criminales y, si fuera necesario, a la identificación de los afectados”. Es decir, abrir fosas y ponerle nombre a los restos.

Todo este embrollo jurídico de causas que van, vuelven y se devuelven se resume, en la práctica, en una evidencia: los jueces no quieren encargarse de las fosas del franquismo —como sí hacen los jueces argentinos con las víctimas de la dictadura—, y menos aún, después de ver al único juez que quiso hacerlo sentado en un banquillo por ello. Desde que el Supremo dictó ese fallo, la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica ha presentado denuncias en los juzgados territoriales cada vez que al abrir una fosa se han encontrado restos humanos con signos inequívocos de una muerte violenta —como cráneos con agujeros de bala y los respectivos casquillos—, pero ningún juez se ha acercado nunca a la exhumación a “datar” o “identificar” esos restos, tal y como indicaba el Supremo. Para el exmagistrado de ese tribunal José Antonio Martín Pallín, esos jueces “están prevaricando”.

Así pues, la única vía para los familiares de las víctimas, incluidos los de los dos banderilleros y un maestro que fueron asesinados y enterrados junto a Federico García Lorca, es la administrativa. Que en este caso, la Junta de Andalucía —que gastó sin éxito en 2009 más de 70.000 euros en buscar al poeta en el parque de Alfacar (Granada)— decida invertir en la búsqueda del poeta en la otra ubicación que se planteó a Garzón: el paraje de El Caracolar, a solo 430 metros.

19 SEP 2012

23 ago 2011

¿Dónde está García Lorca?

75 años después todavía no hay respuesta



Periódico La Jornada
Jueves 18 de agosto de 2011, p. 7



Madrid, 17 de agosto. Acabamos de matar a Federico García Lorca. Yo le metí dos tiros en el culo por maricón. La madrugada del 19 de agosto de 1936, apenas cumplido un mes del inicio de la Guerra Civil española (1936-1939), fue fusilado el más célebre poeta español.

Tenía 38 años. Era de izquierdas, republicano y homosexual. Su obra había traspasado ya fronteras y tanto dentro como fuera de España se le reconocía como gran poeta y dramaturgo.

Setenta y cinco años después de su asesinato, García Lorca sigue siendo el más célebre desaparecido español. Aún se desconoce dónde están los restos del autor de Romancero gitano, el poeta de la Generación del 27 calificado por algunos como el muerto por excelencia de la Guerra Civil.

Su asesinato y la desaparición de sus restos ponen nombre conocido al destino de miles de republicanos fusilados por las tropas nacionales, las sublevadas contra la República, durante una guerra civil que dio lugar, tres años después, a la dictadura de Francisco Franco.

Por eso algunos lo califican de símbolo, como el hispanista irlandés Ian Gibson, quien se ha dedicado a indagar en la vida y obra de García Lorca, a investigar su asesinato y buscar el lugar en el que está enterrado.

Las estimaciones cifran las víctimas del franquismo en 180 mil y en unas 40 mil las que aún yacen, como el poeta y dramaturgo, en fosas comunes a lo largo y ancho del país, de las que ya se han abierto cerca de 300.

A finales de 2009 se dio por fracasada la búsqueda de los restos de García Lorca en la fosa de Alfacar, en el paraje de Fuente Grande, a nueve kilómetros de Granada. Era donde más referencias históricas apuntaban como lugar de su enterramiento.

Y allí apuntó el enterrador Manuel Castilla en una conversación con el hispanista Gibson. Pero las excavaciones no obtuvieron resultados.

La familia del poeta de Fuente Vaqueros se ha mostrado siempre opuesta a la búsqueda y exhumación de sus restos.

¿Dónde está Federico García Lorca? La pregunta sigue sin respuesta.


16 ago 2011

Se cumplen 55 años del fallecimiento de Bertolt Brecht

Madrid, 14 ago (EFE).- Hoy se cumplen cincuenta y cinco años del fallecimiento del dramaturgo alemán Bertolt Brecht, uno de los intelectuales más influyentes del siglo XX. Considerado uno de los padres de la dramaturgia contemporánea, Brecht dinamizó el lenguaje teatral y creó una nueva estética del compromiso político. La preocupación por la justicia y la igualdad fue un tema fundamental en su obra. Brecht fue el creador del teatro épico, una técnica escénica que busca la participación activa del espectador mediante el denominado efecto del distanciamiento.

22 ago 2009

Biografía de Bertolt Brecht




Eugen Berthold Friedrich Brechter Han Culen nacio el 10 de febrero de 1898 en Augsburgo. estudió medicina en Múnich, teniendo que interrumpir sus estudios al año siguiente al ser llamado a filas como soldado sanitario en un hospital militar en Augsburgo, en tiempos de la Primera Guerra Mundial. Durante este tiempo conoció a Paula Banholzer, quien en 1919 dio luz a un hijo suyo, Frank, que moriría en el frente soviético durante la Segunda Guerra Mundial, en 1943.


En En 1924 se establece en Berlín , A los 29 años publicó su primera colección de poemas Devocionario doméstico y un año más tarde alcanzó el mayor éxito teatral de la República de Weimar con La ópera de cuatro cuartos, con música de Kurt Weill.


Brecht siempre quiso influir en el público con sus actuaciones, concienciarlo y hacerlo pensar, para lo cual fue configurando una teoría dramática antirrealista que procuraba distanciar al espectador del elemento anecdótico; para ello se fijó en los incipientes medios de comunicación de masas que la recién nacida Sociología empezaba a utilizar con fines políticos: la radio, el teatro e incluso el cine, a través de los cuales podía llegar al público que pretendía educar. Su meta fue alcanzar un cambio social que lograse la liberación de los medios de producción. En ello incluyó tanto el ámbito intelectual como el estético.


A comienzos de 1933 la representación de la obra La toma de medidas fue interrumpida por la policía y los organizadores fueron acusados de alta traición. El 28 de febrero —un día después del incendio del Reichstag— Brecht y Helene Weigel con su familia y amigos abandonó Berlín y huyó a través de Praga, Viena y Zúrich a Skovsbostrand, cerca de Svendborg, en Dinamarca, donde pasó cinco años. En mayo de 1933 todos sus libros fueron quemados por los nacionalsocialistas.
El exilio de Brecht fue seguramente el tiempo más duro de su vida, a pesar de lo cual escribió algunas de sus mayores obras. Encontrándose en una situación económica difícil, tuvo que viajar a Londres y París, e incluso a Nueva York, para que se le permitiera la representación de sus obras e influir de este modo en la sociedad y la política. Pero aparte de sus obras teatrales, escribió también contribuciones para varias revistas de emigrantes en Praga, París y Ámsterdam.


En 1939 abandonó Dinamarca para vivir durante un año en una granja cerca de Estocolmo, y en abril de 1940 en Helsinki. Durante esta época escribió su obra La vida de Galilei. En esta obra de teatro retrató en parte su propia situación en la sociedad: Galilei nunca se dirige directamente contra la Iglesia, en cuyo caso la Inquisición le hubiera podido demostrar que es un hereje. Brecht actuó de manera parecida durante su exilio: nunca se pronunció explícitamente crítico contra la autoridad, el estado y la sociedad, sino siempre de una manera subliminal; con la justa crítica para no llegar a ser mártir de sus propias ideas. En Suecia escribió el poderoso alegato antibélico Madre Coraje y sus hijos.


En el verano de 1941 viajó desde Moscú en el expreso transiberiano a Vladivostok. Desde el este de la URSS viajó en barco a California, donde se asentó en Santa Mónica, cerca de Hollywood. Se imaginó obtener un papel en el negocio cinematográfico. Lo consiguió sólo en pequeña medida. Además, organizó algunas representaciones teatrales menores, en la mayoría de los casos en escenarios de emigrantes. Apenas tuvo ocasión de actuar políticamente. Se describió a sí mismo como «maestro sin alumnos», ya que los estadounidenses no parecían estar interesados en su trabajo. Por lo tanto decidió concentrarse únicamente en sus obras mayores, entre las cuales contaba con La vida de Galilei, que fue estrenada el 9 de septiembre de 1943 en el teatro de Zúrich.


Las autoridades en Estados Unidos de América le atribuían peligrosas ideas comunistas por lo cual fue interrogado el 30 de octubre de 1947 por el Comité de Actividades Anti Estadounidenses, que conducía el senador republicano Joseph McCarthy.


Casa de Brecht en Berlin-WeißenseeUn día después del interrogatorio abandonó los EE.UU. —durante el estreno de La vida de Galilei en Nueva York—, viajando a Zúrich vía París. Allí pasó un año, ya que Suiza era el único país al que podía viajar; le fue prohibida la entrada a Alemania Occidental (RFA), ya que las autoridades de ocupación de la postguerra (aliados) le negaban la entrada y tres años después obtuvo la nacionalidad austriaca.


A comienzos de 1949 se trasladó con un pasaporte checo a través de Praga a Berlín Este. Vivió en la «Casa de Brecht» en Weissensee y fue director general del Deutsches Theater. En otoño fundó junto con Helene Weigel el Berliner Ensemble. A continuación trabajó de una manera muy comprometida para el teatro y tuvo incluso algunas actuaciones por invitación en capitales europeas. Este hecho le causó algunas tensiones con la dirección del SED (Sozialistische Einheitspartei Deutschlands: Partido Socialista Unificado de Alemania) así como con representantes de la burocracia cultural y de la vida del teatro. Diversas obras fueron rechazadas, como por ejemplo Santa Juana de los Mataderos y la película Kuhle Wampe.


En mayo del año 1956 Brecht ingresó en el hospital Charité de Berlín enfermo de una gripe. Murió el 14 de agosto de ese mismo año en Berlín a causa de un ataque al corazón.


información de Wiquipedia