Soy yo quien golpea a tu puerta
a todas las puertas, a todas las puertas.
Pero ustedes no pueden contemplarme
es imposible ver a una niña muerta.
Hace diez años largos
he muerto en Hiroshima.
Pero sigo teniendo siete años.
Los niños muertos dejan de crecer
Al principio se inflamaron mis cabellos
mis manos y mis ojos ardieron después
me convertí en un puñado de cenizas
que el viento dispersó.
Nada, nada les pido para mí
no podrían mimarme aunque quisieran
una niña que ha ardido cual si fuera papel
no come caramelos.
Yo golpeo y golpeo a cada puerta:
Dénme, dénme una firma
para que los niños no sean asesinados
y coman caramelos.
11 ago 2015
Nazım Hikmet: LA NIÑA MUERTA
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