De mi muerte, no se culpe a nadie, y por favor, sin comentarios.Al difunto le molestaban enormemente.Mamá, hermanas, camaradas, perdónenme, -no es un método-(no se lo aconsejo a nadie), pero no tengo otra salida.Lilí, ámame.Camarada Gobierno: mi familia se compone de Lilí Brick, mamá,mis hermanas y Verónica Vitóldovna Polónskaia.Si les haces la vida soportable, gracias.Envíen los versos sin terminar a los Brick. Ellos sabrán descifrarlos.Como se dice,el “incidente” ha terminado,“la barca del amor,se estrelló contra la vida cotidiana”:Estoy a mano con la vida,y es inútil recordar,dolores,desgracias,y ofensas recíprocas.Sigan felices.Vladímir Mayakovski12-4-1930
Comunistas Poetas
30 jul 2023
Vladimir Maiakovski: ¡A TODOS!
10 dic 2022
Vladimir Maiakovski: EL POETA ES UN OBRERO
Se le ladra al poeta:
«¡Quisiera verte con un torno!
¿Qué, versos?
¿Esas pamplinas?
¡Y cuando llaman al trabajo, te haces el sordo!»
Sin embargo
es posible que nadie
ponga tanto ahínco en la tarea
como nosotros.
Yo mismo soy una fabrica.
Y si bien me faltan chimeneas,
esto quiere decir
que más coraje me cuesta serlo.
Sé muy bien
que no gustáis de frases vacías.
Cuando aserráis la madera, es para hacer leños.
Pero nosotros
qué somos sino ebanistas
que trabajan el leño de la cabeza humana.
Por supuesto
que pescar es cosa respetable.
Echar las redes.
¿Quién sabe? ¡Tal vez un esturión!
Pero el trabajo del poeta es más beneficioso:
la pesca de hombres vivos, esto es lo mejor.
Enorme, ardiente es el trabajo en los altos hornos,
donde se forma el hierro chisporroteante.
¿Pero quién
se atrevería a llamarnos holgazanes?
Nosotros bruñimos las mentes con áspera lengua.
¿Quién es más aquí?
¿El poeta o el técnico
que procura a los hombres
tantas ventajas prácticas?
Los dos.
Los corazones son también motores.
El alma es también fuerza motriz.
Somos iguales.
Camaradas de la clase trabajadora.
Proletarios del cuerpo y del espíritu.
Solamente unidos
solamente juntos podremos engalanar el universo,
acelerar el ritmo de su marcha.
ante una oleada de palabras, levantemos un dique.
¡Manos a la obra!
¡Al trabajo, nuevo y vivo!
Y a los que discursean
que se les mande al molino.
¡Para que el agua de sus discursos haga girar sus aspas!
8 dic 2022
José Carlos Mariátegui: SERGIO ESSENIN
El poeta ruso Sergio Essenin debe una buena parte de su fama en el occidente a la extraordinaria artista Isadora Duncan. Su matrimonio con Essenin constituyó la última gran aventura de la vida de esta mujer, que acaso habría podido reivindicar para sí el derecho de llamarse d'annunzianamente "la aventurera sin ventura". Essenin, clasificado entre los poetas de la revolución, a pesar de ser un lírico de pura sangre, desposó a la Duncan en plena epopeya bolchevique. Pero su renombre europeo no arranca de los días en que su bizarra esposa lo paseaba por Berlín, París y Nueva York. La novela de Essenin y la Duncan empezó a propagarse, más o menos folletinescamente complicada, por las revistas ilustradas, cuando se conoció el suicidio de Essenin en diciembre de 1925, divorciado hacía ya tiempo. La exportación del hombre precedió a la del poeta. Y tenía, además, que ser más duradera.
Nació su arte bajo el signo sangriento de la guerra. Hacía muy poco que se había encendido ésta cuando Essenin arribó a Petrogrado, proveniente de su aldea de Riazán; tenía dieciocho años. Había escrito algunos versos que no acusaban aún una personalidad original. Cantaba con voz dulce los aires de su región. No sospechaba todavía su destino de poeta iconoclasta y escandaloso. Conservaba una idea respetuosa y campesina del "padrecito zar". Es así como lo recuerda Zenaida Hippius, la mujer de Merezhkovski, a cuya tertulia literaria acudían los debutantes como un rito de su iniciación.
No es posible, pues, sorprenderse del tono apocalíptico, frecuente en la poesía de Essenin. Su temperamento de "primitivo" se desarrolló en un clima de tragedia. La psicología de guerra encontró, en este infante rústico, una naturaleza espontáneamente inclinada a la violencia y a la jacquerie. Essenin se afilió a una escuela poética que tomaba su nombre y una parte de su inspiración de la vieja secta rusa de los chlysti, que espera nuevas encarnaciones de Jesús. El mesianismo blasfemo, el misticismo inverecundo de Essenin proceden, sin duda, de la asociación de' la "psicología de guerra" con la mitología de una secta que, por traducir una de las más típicas reacciones primitivas del alma rusa ante el cristianismo, encontró fácilmente resonancia en el espíritu agreste del poeta de Riazán.
Uno de los poemas de Essenin, que ha sido traducido y citado con mayor insistencia por sus críticos de Occidente, el titulado Inonia, es uno de los productos característicos de esta tendencia, con la que se combina el gusto por la manera bíblica y el gesto profético. En su epígrafe se lee:
«Os prometo la Ciudad Inonia
donde habita el Dios de los vivos».
Y luego así prosigue:
«No temeré la muerte,
ni lanzas, ni lluvias de flechas.
Así habla según la Biblia
el profeta Sergio Essenin».
Este mismo poema nos descubre otro elemento esencial del arte de Essenin: un exasperado individualismo que conduce al poeta a esa exaltación megalómana, que constantemente encontramos en muchos artistas de esta época, en quienes termina -aunque ellos no reconozcan esta genealogía- la estirpe romántica. La imagen antropomórfica, tan usada en la poesía moderna, tiene evidentemente su origen psíquico en ese egocentrismo megalómano que, en último análisis, no es sino puro individualismo, vale decir, puro romanticismo. Desde Klychkov, otro campesino turbulento y genial, la metáfora antropomórfica ha caracterizado el imaginismo ruso. Según he leído en Pasternak, de un verso de Klychkov -El mar se ha puesto su calzón azul- desciende seguramente el título de uno de los primeros libros del futurista o constructivista Maiakovsky: La nube en pantalones. En Essenin, la exaltación megalómana tiene notas como éstas:
«Quiero trasquilar el firmamento
como una oveja sarnosa».
. . . . .
«Alzaré las manos hacia la luna,
corno una nuez la partiré con los dientes;
no quiero cielos sin escalas,
no quiero que caiga la nieve».
. . . . .
«Hoy, con la mano elástica
podría derribar todo el mundo ... »
La atmósfera moral y física de los primeros años de la revolución era, como lo observa Ilya Ehrenburg, favorable a la superproducción y a la hipertrofia poética. El pathos revolucionario creaba una conciencia apocalíptica, propicia a todas las hipérboles épicas y líricas. "Electrificaremos al mundo entero", decía uno de los anuncios luminosos del bolchevismo, encendido sobre las ciudades famélicas, que gastaban en este alarde el único combustible de que disponían para su calefacción. Por otra parte, como dice Ehrenburg, «la prosa requiere tiempo y dinero: ambas cosas faltaban». Los poetas recitaban sus versos en las asambleas o los escribían en las paredes. La revolución rusa creó el "poema mural", el "poema afiche". Me he enterado también de que la revista oral es una invención rusa. (Es probable que nuestro querido y brillante Alberto Hidalgo sólo lo haya sabido después de su experimento bonaerense.) En este tiempo de caos o poesía, Essenin, igual que Maiakovsky, aunque representando otra cara del alma rusa, avanzó por el camino de la violencia verbal y de la estridencia lírica, más allá de su propia meta. Cultivó un ismo personal: el escandalismo. Su amor a la pendencia y al vagabundaje, no halló vallas molestas en una época de tempestad revolucionaria. Y lo indujo a rotular uno de sus libros: Confesión de un granuja.
Pero la revolución no pudo alimentarse indefinidamente de poesía y apocalipsis. El genio realista de Lenin inauguró el "nuevo curso". Vino el período de la NEP (Nueva Política Económica). Período de trabajo prosaico: reorganización de la industria y el comercio. En el orden de la vida cultural, el panorama también es otro . Surgen editoriales del Estado y editoriales privadas. Se dispone de más tiempo y más dinero. Al apogeo de los poetas, sucede el delos novelistas. Ehrenburg dice: «El nacimiento de la nueva prosa rusa ha coincidido con el cambio de ritmo de la revolución. Un cierto escepticismo ha reemplazado al reciente entusiasmo incondicional. He aquí que comenzó la reducción del personal, de los gastos, de los proyectos, de la fantasía». Essenin, que en un ambiente henchido de electricidad, había alcanzado una extrema tensión, no podía adaptarse al cambio. El conflicto entre, su individualismo y el comunismo de un estado social -- al cual se había adherido sin comprenderlo enteramente-- no lograba, como antes, disfrazarse y disimularse en el torbellino de una conciencia aturdida. En un poema de esta época, traducido al italiano por Ettore Lo Gatto, Essenin nos cuenta su regreso a la aldea después de ocho años de ausencia . Su pueblo, transformado por la revolución, no es el mismo. Essenin sufre una desilusión que expresa con nostalgiosa melancolía. «En los ojos de nadie encuentro refugio». «En mi pueblo soy un extranjero». «Mi poesía aquí no sirve más».
El equilibrio no sólo se había roto entre Essenin y el mundo exterior; se había roto, sobre todo, en el propio poeta. Dentro de un mundo en laboriosa organización, el poeta escandalista quedaba desocupado. A pesar de su cantos revolucionarios, no era el poeta de la "revolución.
Trotsky, en una emocionada despedida al gran poeta, define así su caso; «Essenin era un ser interior, tierno, lírico; la revolución es "pública", "épica". El poeta ha muerto porque no era de la misma naturaleza que la revolución, pero, en nombre del porvenir, la revolución lo adoptará para siempre». «El poeta ha muerto; viva la poesía. Indefenso, un hijo de los hombres ha rodado al abismo; viva la vida creadora en la que Sergio Essenin, hasta el último momento, entretejía sus hilos de oro».
Y la revolución, por boca de uno de sus grandes capitanes, que al revés de la mayor parte de los estadistas de la burguesía, es un hombre capaz de juzgar con la misma inteligencia una cuestión económica que una cuestión filosófica o artística, le dice ahora su reconocimiento.
Obras Completas . El artista y la época . pp. 174-178. Minerva, 1980.
15 nov 2022
Carlos Marx: DOS CANTOS PARA JENNY
TWO SONGS TO JENNY
A Song
I rose, broke free of all that bound me;
"Where would you go?" "A world I'd find me!"
"Are there not here lush meadows gay,
Below—the seas, above—star-play?"
"Know, fool, I seek not to cross over,
There to strike rock, or sound the Aether.
They bind so dumb the foot in pain,
Their words of love become a chain.
"The world must rise out of myself
And to my breast incline itself.
From my life's blood its well-springs come,
My soul's breath — its aethereal dome."
I wandered far as I could go,
Returned, held worlds above, below.
Within there leaped the stars and sun;
The lightning flashed, and they sank down.
DOS CANTOS PARA JENNY
BUSQUÉ
Me levanté, liberado de toda atadura;
"¿Adónde irías?""¿Me encontrarías en ese mundo?"
"¿No existen divertidas praderas,
debajo los mares, arriba estrellas jugando?"
"Entiende, necio, yo no busco cruzar,
para golpear la roca, o hacer sonar el Éter.
Ellos unen los pies al dolor tontamente,
sus voces de amor se tornan cadenas.
" El mundo debe surgir de mí ser
y a mi pecho debe inclinarse.
De mi sangre viva brotan sus manantiales,
del aliento de mi alma su domo etéreo."
Vagué tan lejos como se puede,
retorno, sosteniendo los mundos de arriba y de abajo.
Dentro de ellos saltan las estrellas y el sol,
mas con el fulgor del rayo se hunden.
Lee el siguiente canto FOUND y su traducción haciendo clic.
7 nov 2022
Ferreira Gullar: MAYO 1964
MAIO 1964
Na leiteira a tarde se reparte
em iogurtes, coalhadas, copos de leite
e no espelho meu rosto. São
quatro horas da tarde, em maio.
Tenho 33 anos e uma gastrite. Amo a vida
que é cheia de crianças, de
flores
e mulheres, a vida,
esse direito de estar no mundo,
ter dois pés e mãos, uma cara
e a fome de tudo, a esperança.
Esse direito de todos
que nenhum ato
institucional ou constitucional
pode cassar ou legar.
Mas quantos amigos presos!
quantos em cárceres escuros
onde a tarde fede a urina e
terror.
Há muitas famí lias sem rumo
esta tarde
nos subúrbios de ferro e gás
onde brinca irremida a infância
da classe operária.
Estou aqui. O espelho
não guardará a marca deste
rosto,
se simplesmente saio do lugar
ou se morro
se me matam.
Estou aqui e não estarei, um
dia,
em parte alguma.
Que importa, pois?
A luta comum me acende o sangue
e me bate no peito
como o coice de uma lembrança.
MAYO
1964
En
la lechería la tarde se reparte
entre yogurts, cuajadas, vasos de leche,
y
en el espejo mi rostro. Son
las
cuatro de la tarde, en mayo.
Tengo 33 años y una gastritis. Amo la vida
que
está llena de niños, de flores
y
mujeres, la vida,
ese
derecho de estar en el mundo,
tener
dos pies y manos, una cara
y
hambre de todo, la esperanza.
Ese
derecho de todos
que
ningún acto
institucional
o constitucional
puede
suprimir o enajenar.
¡Pero
cuántos amigos presos!
cuántos
en las cárceles oscuras
donde
la tarde hiede a orina y terror.
Hay
muchas familias sin rumbo esta tarde,
en
los suburbios de hierro y gas,
donde
juega sin perdón la infancia de la clase obrera.
Estoy
aquí. El espejo
no
guardará las marcas de este rostro,
si
sencillamente salgo del lugar,
o
si muero
si
me matan.
Estoy
aquí y no estaré, un día,
en
ninguna parte.
Pues,
¿Qué importa?
La
lucha común me enciende la sangre
y
me golpea el pecho
como
la coz de un recuerdo.
Ferreira Gullar: PASEO EN LIMA
Passeio em Lima
sinto no rosto o calor
de suas flores vermelhas (como
se dentro de um relâmpago)
Podiam ser de trapo
essas flores, podia
ser de pano esse
clarão vegetal
que é a mesma a matéria da flor,
da palavra
e da alegria no coração do homem.
Paseo en Lima
Siento en el rostro el calor
de sus flores rojas (como
dentro de un relámpago)
Podrían ser de trapo
esas flores, podría
ser de paño ese
fulgor vegetal—
que es la misma materia de la flor,
de la palabra
y de la alegría en el corazón del
hombre.
6 nov 2022
Ferreira Gullar: MUERTE DE CLARICE LISPECTOR
Mientras te
enterraban en el cementerio judío
de San Francisco Javier
(y el brillo de tu mirada
soterrada
se resistía aún)
el taxi corría conmigo al borde
de la Laguna
en dirección a Botafogo
Y las piedras y las nubes y los
árboles
al viento
mostraban alegremente
que no dependen de nosotros.
Versión de Antonio
Cisneros
Morte de Clarice Lispector
Enquanto
te enterravam no cemitério judeu
de S.Francisco
Xavier
(e o clarão de
teu olhar soterrado
resistindo ainda)
o táxi corria
comigo à borda da Lagoa
na direção de
Botafogo
E as pedras e as
nuvens e as árvores
no vento
mostravam
alegremente
que não dependem
de nós.