Las FARC, son consideradas la organización guerrillera más antigua de América Latina y la mayor que
existe hoy en la región, se considera que su fundación fue 27 de mayo de 1964 (con lo que estarían celebrando medio siglo de
existencia).
Margaret Randall publicó Part of the Solution, en 1972 y al año siguiente la editorial Causachún de Perú sacó a la luz su traducción al español. Al final del poema transcrito aparece la siguiente nota:
"(Basado en relatos de guerrilleros colombianos, durante los tres periodos de violencia, de 1948 hasta el presente)."
Primer guerrillero /
Voy a acordarme bien. Es que a ratos tengo mala memoria
salimos de Riochiquito después de la agresión militar a la zona
la primera pelea con los chulos * en un sitio llamado Palomar,
siendo de la parte nuestra un herido, del Ejército varios muertos.
Y hacia el firme de la montaña.
Ese día llovió mucho, parecía que el cielo estuviera roto
llegamos mojaditos Marulanda nuestro comandante preparó una
emboscada
ese día cuando nos retiramos
los centinelas abandonaron los puestos de vigilancia a destiempo
y nos asaltaron.
Hirieron a Lucio Mesa le quitaron equipo y arma
pero lo cargamos. Esa noche murió.
Al otro día llegamos a una nueva cuchilla entre Montalvo y
Chiquila
Leonardo se quedó de cansancio perdió el ritmo de la marcha
mientras lo estábamos esperando más adelante
lo cogieron los chulos y lo mataron a machete
Cruz estaba engarrotado de hambre se puso amarillo no volvió
a hablar murió.
Llegamos a un ranchito dos viejitos marido y mujer
Marulanda les hizo una charla explicándoles el por que
luchábamos por la revolución
nos vendieron cierta caña de azúcar.
Marulanda era como un reloj
Muchachos es la hora del desayuno cada uno sacaba su pedacito
de caña
Okey es la hora del almuerzo chupamos otra vez nuestro pedazo
de caña
No se olviden que ésta es la hora de la comida y seguía la
chupadera de caña.
Los chulos estaban por todas partes.
Esa noche salimos.
La luna apareció por fin.
La noche no estaba tan oscura.
Sentimos ruido cerca de los chulos que se movían en una
emboscada
nos quedamos quietecitos en una pequeña bola de monte
todos arrinconados y listos. Pasaron cerca.
Escuchábamos su respiración...
Con paciencia esperamos la noche.
A las seis y media salimos caminamos hasta que el sol se levantó
por mucho tiempo.
hemos estado casi sin zapatos
moviéndonos otra vez hacia Marquetalia,
rompiendo el cerco…
Segundo guerrillero
Eramos más de cien colonos ésta es un historia vieja de hace
más de diez años.
Cuando el Ejército nos atacó habíamos empezado a coger la
cosecha de café
No se alcanzó a coger ni la cosecha.
Nos dividimos en tres columnas una se quedó haciendo frente
otra atravesó para Sumapaz y nosotros hicimos la marcha de ruta
hasta Guayabero.
La marcha empezó en enero entonces todo Guayabero era pura selva
y les dijimos a los campesinos:
Venimos de oriente y somos guerrilleros y traemos este programa.
Ocho años descuartizando montaña.
Entonces el Ejército atacó la evacuación empezó.
Recuerdo mucho el primer contacto fue el 8 de junio.
Estábamos pasando un río en un cable cuando nos comunicaron
que había llegado otra evacuación de familias de Guayabero.
Corrimos.
En total eran sesenta y dos familias como cuatrocientas personas
duraron dieciocho días en la marcha por selvas montañas rusios **
cuatro grandes ríos.
Sus vestidos estaban deshechos casi nadie venía calzado.
Siete guerrilleros venían como edecanes o auxiliares de las
familias las plantas de sus pies todas carcomidas.
Una niña perdió un ojo un viejo guerrillero había perdido su
mujer y sus dos niños.
Se perdieron de camino y murieron de hambre y frío.
Y ahora
¿qué vamos a hacer?
Quiero que mi hijo mayor se marche con la guerrilla el menor
me lo dejan para que me ayude en el trabajo.
Después de instalar las familias en la región marchamos en guerrilla
hacia Guayabero. Subimos hasta el rusio. Hacía bastante frío.
Cuando comenzamos a bajar un guerrillero descubrió el cadáver de
uno de los niños perdidos
Se había rodado por un precipicio y unas ramas lo detuvieron.
Su cuerpo estaba intacto, sus manecitas con los dedos apretados
por el frío.
Estaba encogido como queriendo darse un poco de calor, el frío
mantenía fresca su piel
Lo miramos largamente.
Seguramente que su madre lo dejó un rato mientras se adelantaba
a buscar agua.
El niño trató de caminar y rodó por el precipicio,
tendría unos siete años,
seguro su madre se perdió del camino y no lo pudo hallar.
Lo enterramos.
Y seguimos.
¿Ocho años descuartizando montaña para volver a comenzar otra vez?
Ya Guayabero no es el mismo Guayabero. Ahora sólo queda la guerra,
hasta el fin.
Tercer guerrillero
Corrimos. Yo busqué la retaguardia para pasar la cerca de alambre.
Al volar por encima me pegaron dos tiros
en el músculo del brazo derecho.
Los otros lograron cruzar rápidamente.
Yo aflojé el arma y caí sobre ella.
El brazo se me iba hinchando.
Los chulos seguían tirándome cada disparo levantaba tierra sobre
mi cabeza.
Tiraban y rugían uno de ellos lanzando insultos trató de saltar
la cerca.
Escuché tableteo de ametralladoras y tiros de M-l. Vi
una mirada de locura en los ojos de uno de los chulos
su deseo de matarme como queriendo pisotear una culebra.
Se arrimó. Me quemó dos tiros.
Al verlo encima me dio fuerzas agarré el fusil
y arranqué a correr.
El brazo parecía una matraca se enredaba en los chamizos.
Donde se enredaba tenía que coger con los dientes el porta-fusil
para desenredarlo.
Después apareció otro chulo vació su fusil me dio por muerto.
Me fulminaron me dejaron contra un matojo.
Cuando ya estaban encima les disparé al primero que le di
se fue a tierra
el otro brincó y se tendió disparando contra mí quemé otro tiro
y arranque de nuevo.
Al ver que tenía arma y les disparaba no me siguieron más
. . .borrando el trillo de la sangre. . .
. . .ya no sentía el brazo conmigo. . .
Sentí frío. No pude dormir.
Una compañera embarazada me curó la herida un día
A la mañana desperté. Una nube de moscas. Por poco me
desmayó
No sabía yo lo dañoso que una mujer en ese estado cure una herida
y sobre todo que la mire.
Me dijeron después que tenía una mirada muy fuerte como si tuviera
electricidad.
Por la tarde los gusanos aparecieron en la herida.
Me dormí.
Me desperté.
Los gallinazos. Las moscas. Los gusanos. Al día siguiente
un campesino arrimó por el olor y los gallinazos.
La carne comenzó a abandonar mis dedos caían día a día
Un compañero recogía los huesos y los enterraba
el brazo parecía un yo-yo sólo me quedaba el dedo pulgar
la herida supuraba sangre.
Cuando llegaron los doctores me llevaron a una ciudad los vi
como cortaban la carne y los huesos
vi cómo curaban lo que todavía quedaba.
Me quedó este muñón.
Regresé a mis compañeros otra vez preparándose otra vez aceptaron
llevarme con ellos.
Cómo corren los chulos
las balas zumbándoles cerca
cómo corren!
Estoy de nuevo en la montaña.
Esta es mi casa.
* Soldados del gobierno (N. de la autora). En español en el original (N. del T.)
** Parte del páramo con bastante vegetación (N. del T.)
No hay comentarios :
Publicar un comentario