15 may 2020

Carta de Nicolás Guillén por la muerte de Javier Heraud



UNIÓN DE ESCRITORES Y ARTISTAS DE CUBA


Habana, 19 de Julio de 1963

Año de la Organización

Sr. Gustavo Valcárcel,
Lima, Perú

Querido Gustavo:
Te escribo para expresarte nuestra, viva pena por la muerte de Heraud, su holocausto a la revolución peruana.

Aunque él estuvo en Cuba, no tuve la suerte de conocerlo entonces, porque no coincidimos aquí. Pero quienes lo trataron -jóvenes cubanos que hoy lo lloran- lo quisieron como hermano, pues fraternal era su corazón tanto como lúcida su inteligencia. Dicen que él prometió volver y sus compañeros lo esperaban. Prefirió quedarse e inscribir su nombre junto a los mártires de la liberación de su pueblo, que nada podrá detener. Sangre pura y generosa la suya, sangre que va a crecer cada día y terminará ahogando a quienes la derramaron. Siempre ha sido así siempre ha de ser así.

En mi nombre y en el de nuestra querida Unión, donde la muerte de Heraud ha sido conmovedora, te envío nuestros sentimientos solidarios con el dolor, que a ustedes aflige, que es también nuestro, tú lo supones, tú lo sabes. Los asesinos de este muchacho puro - no quienes lo mataron con sus manos irresponsables - sino los otros, los que mandaron que lo mataran, están mucho más muertos que él, o no, son en realidad los únicos que han muerto.
Por ahora nada más, sino nuestro cariñoso recuerdo y un abrazo fuerte y largo.

Te quiere

 Nicolás Guillén.



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