XXV
Europa fue la cuna del
capitalismo y al niño ése, en la cuna, lo alimentaron con oro y plata del Perú,
de México, Bolivia. Millones de americanos tuvieron que morir para engordar al
niño, que creció vigoroso, desarrolló lenguas, artes, ciencias, modos de amar y
de vivir, más dimensiones de lo humano.
¿Quién dijo que la cultura no tiene olor?
Paso por Roma, por París, bellísimas. En vía del Corso y Bulmish huelo de
pronto a taino devorado por perros andaluces, a orejas de ona mutilado, a
azteca deshaciéndose en el lago de Tenochtitlán, a inquita roto en Potosí. A querandí, araucano, congo, carabalí, esclavizados, masacrados.
Oles
a doble humanidad, la
que asesina, la que es asesinada. Pasaron siglos y la belleza de los vencidos
pudre tu frente todavía.
14-09-1980
de: Bajo la lluvia ajena
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