1 nov 2013

Luis Cernuda



Por: Emiliano Gómez Peces
de: La Mancha Obrera


Luis Cernuda Bidón, poeta español, nacido en Sevilla en 1902, es una de las figuras fundamentales de la Generación del 27. Lírico exquisito, fue encasillado entre los representantes de la “Poesía pura”. Perteneció a una familia acomodada donde respiró una atmósfera de estricta disciplina (su padre era militar) y desafecto reflejada en su carácter tímido, introvertido y amante de la soledad. Estudió Derecho y Literatura Española en su ciudad natal bajo la dirección de Pedro Salinas, de quien fue discípulo y quien orientó, asimismo, sus primeros pasos de poeta.

En los años veinte se traslada a Madrid, donde entra en contacto con los ambientes literarios de lo que luego se llamará Generación del 27: Alberti, Aleixandre, Prados y García Lorca, entre otros. Pasa un año como lector de español en la Universidad de Toulouse. Al proclamarse la República, la recibe con ilusión, y siempre se mostrará dispuesto a colaborar con todo lo que fuera buscar una España más tolerante, liberal y culta. Como ejemplo de esto último participa en las Misiones Pedagógicas y Culturales que organiza el gobierno de la II República desde 1934. Estos años son también de compromiso y acción política: Cernuda se afilia al Partido Comunista por breve espacio de tiempo y colabora en revistas de marcado carácter izquierdista, como es el caso de El Heraldo o la revista Octubre, fundada por Rafael Alberti.

Durante la Guerra Civil participó activamente desde las trincheras culturales organizando actividades de todo tipo, como es la fundación de la revista Hora de España, junto con poetas como Alberti o Gil Albert, así como en el II Congreso de Intelectuales Antifascistas realizado en Valencia, donde concoce a Octavio Paz. En 1938, fue a dar unas conferencias a Inglaterra, de donde ya no regresó a España, iniciando su particular exilio: fue profesor de Literatura en Glasgow, Cambridge, Londres, Estados Unidos y, desde 1952, en México. Su primera obra, “Perfil del aire” (1927), estaba en la línea de la poesía pura. De su estancia en Francia surgió “Un río, un amor” (1929), influido por el surrealismo.  En “Los placeres prohibidos” (1931), la rebelión crece con la abierta reivindicación de la homosexualidad. “Donde habite el olvido” (1934) es un libro desgarrador por la sinceridad con la que aborda el fracaso amoroso. Desde 1936 agrupa toda la poesía que va produciendo bajo el título “La realidad y el deseo”, al que va añadiendo poemas. En el exilio publicó “Las nubes” (1940), “Con las horas contadas” (1950-1956) y “Desolación de la quimera” (1962). También escribió interesantes ensayos literarios y colaboró en revistas y periódicos mexicanos como Excélsior o Novedades. Murió en la ciudad de México.

Además de poeta, Cernuda fue también un excelente prosista. Toda su obra recopilada tras su muerte por los estudiosos Derek Harris y Luis Maristany, se puede encontrar en el volumen Prosa completa (1975), en el que, entre otros títulos, aparecen Variaciones sobre tema mexicano (1952), Ocnos (1942) y Estudios sobre poesía española contemporánea (1953).



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