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30 abr 2014

Tomás Borge: PARA SEGUIR VIVIENDO



Voy a morir
entre miradas
y azucenas limpias
mientras las nubes se abren
y las manos se estrechan
y los vidrios
jinetean caballos

Voy a morir
cuando las campanas
repiquen colibríes
como Dios
me echó al mundo
y solo
igual que un martillo

Voy a morir
Sin embargo
esto no es un testamento
Es un buey cargado de venados
una chispa
para que ardan
los pectorales

Voy a morir
con la columna vertebral
intacta
con los nudillos
maltratados
y sin huellas
en las rodillas

Voy a morir
con la frente levantada
porque he cumplido con mi deber
he sido leal a mis principios
a mis compañeros
a mis amigos
a mi bandera rojinegra
y a mi grito de combate

Voy a morir
Quiero ser un recuerdo
pequeño como un grillo
grande como un limón
Seré sólo
un circulo estrecho
una caricia lenta

Voy a morir
sigan ustedes
que la vida es hermosa
Es un animal en celo
la gran fiesta
tan verdadera
como la verdad

Voy a morir
para seguir viviendo



29 dic 2013

Ricardo Bogrand: CON ELLOS





El corazón era un pájaro…
¿Recuerdas tú, Rosario?
¿Recuerdas mis harapos escondiendo mis sueños?
¿Recuerdas mi juguete de niño pobre,
mi estómago vacío
y mi rostro destruido?
¿Recuerdas aquel carro que me dio un presidiario?
¿Aquellos campesinos que morían
sin nombre,
sin cosechas
y sin lágrimas?
Yo estaba con ellos.
Salí de ellos
con mis dedos descalzos.

¿Recuerdas cuando el polvo nos cerraba
los ojos
entre los jornaleros
que mordían la tierra
abriéndole camino a los finqueros?
Yo estaba con ellos.
Salí de ellos
con mi cuerpo menudo
y mis manos antiguas,
traicionadas
y hambrientas.

¿Recuerdas a mi abuelo con su carreta rota
fletando café ajeno de la finca
hasta el puerto?
¿Recuerdas a mi padre, leñador
silencioso,
arrastrado entre bueyes
por un toldo de troncos?

Vine para contar la historia de los hombres
que mueren
con la risa desnuda,
con la voz apagada,
con las frentes desiertas.

¿Lo recuerdas, Rosario?
¿Y tú, Felipe?
¿Y tú, Pablo?
¿Lo recuerdan?
Nada ha cambiado, hermanos.
Nada, sino los nombres de los que ahora mueren.
Nada, sino los rostros ahumados
de los mismo verdugos.

¿Lo recuerdan…?



de: Perfil de la Raíz.
fotografía: Andrea Frazzetta