Las horas no transcurren cuelgan inmóviles de un alambre invisible. Mi cuerpo se hace piedra varada por el mar en una playa hueca sin siquiera el consuelo de un salino cantar Piedra que mira quieta la habitación vacía el mismo muro blanco como fecha sin día. ¿Dónde te fuiste tiempo que antes correteabas entre mis pies de yeso? las horas no acumulan su forraje de hiedra los minutos no avanzas hacia el pie de la estatua reloj de bolsillo. El sol se hace una mancha atrapada en el agua. El tiempo se hace eterno y deben ser las 4 pajareando mi casa.
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