Un perfume como una ácida espada de ciruelas en un camino, los besos del azúcar en los dientes, las gotas vitales resbalando en los dedos, la dulce pulpa erótica, las eras, los pajares, los incitantes sitios secretos de las casas anchas, los colchones dormidos en el pasado, el agrio valle verde mirado desde arriba, desde el vidrio escondido: toda la adolescencia mojándose y ardiendo como una lámpara derribada en la lluvia.
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